Vogue está pasada de moda
Desde hace un par de años, la tendencia mundial, tanto de personas como de instituciones, es embarcarse en proyectos eco-friendly. Los daños al medio ambiente son un hecho que percibimos a diario y, lo que es peor, está absolutamente claro que los culpables somos nosotros.
En este contexto, mucho han tenido que decir los defensores de los animales. Una de sus luchas más fuertes ha sido contra la industria de la moda y los grandes diseñadores, ya que varios de estos, tosudamente, se han negado a dejar de usar piel de animal para fabricar algunas de sus piezas.
Vogue, la revista de moda más influyente del mundo, refleja esta actitud. En la páginas de la edición latinoamericana de enero 2010 aparecen varios productos creados gracias al despellejamiento de un animal (no me digan que las pieles fueron obtenidas después de la muerte de la víctima. Eso no importa, ya que la actitud crea costumbre).
Vogue debería comenzar una campaña editorial en la que se decida no volver a publicar prendas obtenidas de una manera tan brutal. Quizás el primer paso sea cambiar algunos de sus editores. Mal que mal, la mayoría de ellos representa a la vieja guardia de la moda. Es sólo asunto de ver a André Leon Talley (en la foto), editor-at-large de Vogue, quien parece que se siente desnudo si no lleva a un animal muerto encima.
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